En abril de 1961, durante la presidencia de J.F. Kennedy en Estados Unidos, la CIA intentaba una invación a Cuba, militantes anticastristas y grupos armados estadounidences invadieron Playa Girón combate conocido tambien por el nombre de: Bahia de Cochinos.
El episodio tuvo como resultado un rotundo fracaso por parte de las fuerzas invasoras, el mismo, no duro mas de setenta y dos horas y la mayoria de los hombres fueron capturados por el ejercito Cubano. La victoria proporcionó al aumento de la confianza en la Revolución, la cual estaba en pleno apogeo.
El Che Guevara era canciller, estaba a cargo de las relaciones internacionales y de difundir la cultura Revoluciaria por todo el mundo. Al volver de uno de sus viajes solicitó a Castro permiso para tomarse tres días de descanso; como la economia estaba en crecimiento y las reformas agrarias, educativas y sanitarias funcinaban con total normalidad, dió luz verde a su comandante, que bien merecido tenia un descazo.
A la tarde del día siguiente mando a llamar a dos de sus mejores amigos y soldados, para que lo acompañaran a una reunión secreta.
Guevara habia tenido conversaciones telefónicas con el secretario de Kennedy, con el objeto de llevar acabo un encuentro y en lo posible, con el mismo Presidente.
Prestos, los hombres y Guevara se trasladaron en distintos autos blindados hacia el Consulado Estadounidense en Cuba, el cual había sido intervenido pero seguia disfrutando de algunos provilegios diplomáticos y aún no habian cesado sus tareas administrativas.
Fuera de horario, en la madrugada y bajo el abrazo misterioso de la noche, Guevara y sus hombres llegaron al antiguo edificio. Subieron hasta el primer piso dirigiendose hacia la primera puerta disponible, los hombres irrumpieron en la sala y un silencio se adueño del lugar. Los presentes, el Cónsul ( tambien secretario personal de Kennedy) y de frente dispuestos a ambos lados, su asistente personal y un ayudante.
Al ver entrar a tan particular grupo, los que estaban sentados se pararon inmediatamente, ofreciendo sus asientos. Guevara los miró casi con desdén se agacho y se sento en el piso cruzando las piernas por delante, casi a la misma velocidad los otros dos hombres lo siguieron y los trajeados funcionarios estadounidenses, atónitos ante tal reacción, no tuvieron más opción que repetir ese acto. Una vez todos sentados en el suelo, Guevara enciende un Habano y dice:
- Gracias por lo de Bahia de cochinos, sin su ayuda jamás hubieramos podido anticipar el ataque para luego imponer nuestra fuerza. Muchisimas gracias en nombre del pueblo de Cuba. Y puede comunicar al Señor Presidente que será un honor reunirme con él y que de ese encuentro depende el rumbo de nuestros pueblos y quizas el de la humanidad misma.
Antes de intentar levantarse continuó diciendo:
- Ha... me olvidaba … Ramón! por favor... entregales los presentes...
Uno de los soldados escolta, saca de su mochila, dos cajas de Habanos, los mismos que fumaba el Ché, entregandoles en mano, una acada uno.
En ese momento el Ché le dice al secretario:
- Una es para el Presidente mi amigo!
Y todos rieron.
Inmediatamente Guevara se incorporó saguido de los suyos, hubo una calidad despedida. Sin distracciones salieron y subieron a los distintos autos, perdiendose entre la neblina y la oscuridad de la noche de las calles de la Habana.
Se cree que el presidente Kennedy a partir de ese momento, tuvo varias reuniones con Guevara, una en Julio de 1962 y la otra en Mayo de 1963, se sospecha que la reuniones fueron más de dos, en distintos puntos secretos en alta mar y se cree tambien que en una de estas reuniones, además de promover la idea de integración socialista al continente, ellos trataron el tema de desmantelar o conbatir a las grandes agencias de espionajes promovidas por grupos económicos, las que provocaban los distintos golpes militares en America Latina. Ellos ya contaban el apoyo de los principales presidentes de Europa, Asia, Africa y por supuesto America Latina.
Meses después, el 22 de noviembre de 1963, John Fitzgerald Kennedy fue asesinado