viernes, 25 de septiembre de 2009

" En vano" ( cuento)


Desde la ventana del comedor casi no se distinguia el exterior, al intentar ver a traves del vidrio.
Desde la calle podiamos ver su rostro apesadumbrado. No era un hombre presentable, su aspecto ( el que siempre difiere de una verdad irrefutable) era el de un obrero, parecia como recien levantado de dormir pero con la ropa puesta. Tenia un caracter indefinido e irritable, no molestaba con su presencia, solo llamaba la atencion cuando, por momentos hablaba solo. Las manchas de pintura en toda su indumentaria reflejaba a simple vista su oficio. No era reconocido por sus vecinos pero eso a él no le importaba, solo en los momentos de mayor depresión, estas circunstancias podian distraer sus pensamientos pero en los momentos de tranquilidad pintaba desde el amancer hasta el ocaso.
Por las noches salía a comprar provisiones y vino, cuando tenía algun dinero lo invertia en Absenta.
Los momentos de tranquilidad eran mas que un elixir, eran comunicaciones con caracteristicas divinas ( por lo menos asi lo creia él) pasaba las horas entre risas, euforia y manchaba el lienzo de manera magistral. Pero en los momentos de crisis los temores, la Paranoia, los sumbidos, todo aquello lo alteraba, lo consumía, podía llevar cualquier acontecimiento a su mente donde todos y cada uno de los hechos solo tenian fines y razones negativos. Cuando calmaba o despertaba de sus crisis ( ya que en algunas ocasiones el desmayo se hacia presente) recordaba todo y sentía un remordimiento infantil por su pesar.
El, esperaba siempre noticias de su hermano y sufria pensando e imaginando que todo tipo de calamidades le ocurría en el viaje, para calmar esa anciedad se entregaba al lienzo como a una amante. En ocasiones pasaba días enteros sin dormir y sin comer, solo pintaba sin parar.
Una mañana vió a una dama en la calle y se enamoró perdidamente de ella. Era una prostituta que él conocia pero de vista, nunca habia tenido un contacto directo. No pudo controlar su ansiedad y la invito a comer, la dama no accedió pero despues de quedarse hablando con el mas de media hora, deslizó la posiblidad que sucediera en otra ocasión. Esto lo conformo momentaneamente y se despidió de bella señorita.
Todo habia pasado muy rápido, las sensaciones esperimentadas casi añejadas en el alma, eran libres nuevamente; él, que sospechaba vivir hasta el final de sus días sin amor, habia encontrado una bella luz que admirar. Siguió a la dama hasta su casa casi llegando detrás de élla, la miró entrar con toda dulsura y decidio festejar.
No tenia mucho en reserva pero pronto un cálido cheque de su hermano llegaría y no habria problemas económicos, entonces libre de pesares se dirigió al mercado. En su casa comió, bebió, cantó y bailó solo hasta entrada la noche; sus vecinos golpearon la puerta en varias ocaciones pero no hubo ninguna respuesta. Festejó ébrio y al terminar de un golpe la botella de Absenta, cayo en un trance extraño ( pero esperado) la copa se deslizó de sus manos rumbo al piso, destruyendose. Fue entonces cuando decidió salir e ir a visitarla al burdel donde trabajaba. Al volver a su casa, no hizo otra cosa que desmayarse sobre su cama.
A la mañana siguiente la policia lo despierta, golpeando la puerta y anunciandose. Sintió un dolor extremo del lado derecho detrás de su rostro e inumerables manchas de sangre parecian multiplicarse a su alrrededor.
Entonces, al recordar su visita al burdel, comprendió; que haber sacrificado el lóbulo de su oreja derecha y darselo como obsequio a su amada, no había sido una buena idea.

Una vez que recobró el conocimiento, en el hospital, una enfermera le pidió que le diera su nombre completo, para detallar el mismo en el registro, a lo que él contestó: - Vincent...

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